miércoles, 29 de junio de 2016

INFORMACIÓN CÁNCER DE PRÓSTATA

Acerca del cáncer de próstata

El cáncer se origina cuando las células sanas de la próstata cambian y se proliferan sin control, y forman una masa denominada tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor puede crecer pero no se diseminará.
El cáncer de próstata es algo inusual, en comparación con otros tipos de cáncer, ya que muchos tumores prostáticos no se diseminan a otras partes del cuerpo. Algunos tipos de cáncer de próstata crecen muy lentamente y pueden no provocar síntomas ni problemas durante años. Incluso cuando el cáncer de próstata se ha diseminado a otras partes del cuerpo, con frecuencia puede controlarse con éxito, lo que permite que los hombres con cáncer de próstata vivan con buena salud durante varios años. No obstante, si el cáncer no puede controlarse bien con el tratamiento, puede producir dolor, fatiga y, en ocasiones, la muerte. 

Acerca del antígeno prostático específico (PSA)

El antígeno prostático específico (Prostate Specific Antigen, PSA) es una proteína producida por las células de la glándula prostática. El PSA se detecta con un análisis de sangre. Los niveles de PSA más altos que los normales se encuentran en hombres con cáncer de próstata, al igual que ocurre con otras afecciones de la próstata no cancerosas. Estas afecciones incluyen hiperplasia prostática benigna (benign prostatic hyperplasia, BPH), que es un aumento del tamaño de la próstata, y prostatitis, que es la inflamación o la infección de la próstata. Consulte la sección Detección para obtener más información.
Más del 95 % de los casos de cáncer de próstata son de un tipo denominado adenocarcinomas. Un tipo raro de cáncer de próstata conocido como cáncer neuroendocrino o cáncer anaplásico de células pequeñas tiende a diseminarse más temprano, pero generalmente no produce PSA. Obtenga más información acerca de los tumores neuroendocrinos (en inglés).
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que un hombre desarrolle cáncer de próstata:
·        Edad. El riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años. Más del 80 % de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres de 65 años o más.
·        Raza/origen étnico. Los hombres de raza negra presentan un mayor riesgo de cáncer de próstata que los de raza blanca. También tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad más temprana y de tener tumores agresivos, de crecimiento rápido. Se desconocen los motivos exactos de estas diferencias, los cuales pueden estar vinculados con factores socioeconómicos o de otros tipos. Los hombres hispanos tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata y de morir por la enfermedad que los hombres de raza blanca.
El cáncer de próstata se produce con más frecuencia en América del Norte y el norte de Europa. También parece que el cáncer de próstata está aumentando entre los asiáticos que viven en áreas urbanizadas, como Hong Kong, Singapur, y ciudades de América del Norte y de Europa, particularmente, entre aquellos que llevan un estilo de vida más occidental.
·        Antecedentes familiares. El cáncer de próstata que se hereda en una familia, denominado cáncer de próstata familiar, ocurre aproximadamente el 20 % de las veces. Este tipo de cáncer de próstata se desarrolla debido a una combinación de genes compartidos y factores ambientales o del estilo de vida compartidos.
El cáncer de próstata hereditario, lo que significa que el cáncer se hereda, es raro y representa alrededor del 5 % de los casos. El cáncer de próstata hereditario se produce cuando las mutaciones de los genes se transmiten dentro de una familia de una generación a otra. Puede sospecharse la presencia de cáncer de próstata hereditario si los antecedentes familiares de un hombre incluyen alguna de las siguientes características:
·        Tres o más parientes en primer grado con cáncer de próstata.
·        Cáncer de próstata en 3 generaciones del mismo lado de la familia.
·        Dos o más parientes cercanos, como un padre, un hermano, un hijo, un abuelo, un tío o un sobrino, del mismo lado de la familia a quienes se les haya diagnosticado cáncer de próstata antes de los 55 años.

Si un hombre tiene un pariente en primer grado, es decir, un padre, un hermano o un hijo, con cáncer de próstata, su riesgo de desarrollar cáncer de próstata es de 2 a 3 veces mayor que el riesgo promedio. Este riesgo aumenta con la cantidad de parientes con diagnóstico de cáncer de próstata.

miércoles, 22 de junio de 2016

Próstata: Prevención es la clave

Próstata: prevención es la clave 

Así como las mujeres adultas deben realizarse un chequeo ginecológico anual, los hombres de más de 40 años también deben controlar el funcionamiento de sus sistema reproductor, ya que a partir de ese edad la próstata puede sufrir alteraciones.

La Sociedad Americana de Urología recomienda un examen prostático anual y un análisis sanguíneo llamado Antígeno Prostático Específico (APE) para todos los hombres mayores de 50 años. Para aquellos pacientes con alto riesgo de cáncer prostático, el control se debe iniciar a los 40 años.

La medicina preventiva, un diagnóstico a tiempo, puede evitar problemas futuros, como el temido cáncer de próstata. Por eso, a continuación, le contamos todo sobre cómo funciona esta glándula, cuáles son los síntomas a los que hay que prestarle atención, en qué consiste el chequeo médico y cuáles son los pacientes de alto riesgo.


Qué es la próstata

La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino, localizada delante del recto y debajo de la vejiga. Es del tamaño de una nuez y rodea la uretra. Esta última es un tubo que lleva la orina desde la vejiga al exterior.

Su función principal es producir líquido para el semen, el cual transporta los espermatozoides. Durante el orgasmo se presentan contracciones musculares que exprimen el líquido de la glándula dentro de la uretra y luego al exterior.
La próstata aumenta de tamaño gradualmente, a lo largo de la vida de un hombre especialmente a partir de los 40 años, pero a partir de los 60 años este crecimiento se acentúa. De hecho, se sabe que más de la mitad de los hombres mayores de 60 años tiene próstata aumentada de tamaño.
El aumento de tamaño de la próstata afecta primero la parte interior de la glándula, por lo tanto oprime gradualmente la uretra. Debido a lo anterior, se presenta la dificultad para orinar y algunos otros problemas urinarios.
Generalmente este crecimiento de la próstata no es de características malignas y se llama hipertrofia prostática benigna (HPB)


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Síntomas
La hipertrofia prostática benigna no tiene síntomas importantes. Cuando el crecimiento de la glándula interfiere con el flujo urinario, pueden aparecer algunos síntomas como:

- chorro urinario débil o intermitente
- sensación de incompleto evacuado vesical
- dificultada para iniciar la orinada
- orinar frecuentemente
- urgencia o dificultad para aguantar la orinada
- orinar frecuentemente durante la noche
- dolor al mantener relaciones sexuales

Estos síntomas son causados por la próstata aumentada de tamaño. Esta
glándula gradualmente se hace más fuerte, gruesa y sensitiva, motivo por el cual causa sensación de orinar frecuentemente.

En algunos casos, el crecimiento prostático progresa hasta que la vejiga no puede vencer la obstrucción y no se desocupa completamente. Si se presenta infección urinaria, puede haber ardor y dolor durante la orinada. En algunos hombres, la obstrucción prostática puede llevar a infecciones repetidas del tracto urinario, imposibilidad repentina para orinar ( retención urinaria aguda) y progresivo daño renal.

En qué consiste el chequeo

Primero el urólogo hará preguntas sobre la historia médica y síntomas relacionadas con la forma de evacuar la orina. Luego viene el examen físico.

Debido a que la próstata se encuentra junto al recto el urólogo puede sentirla haciendo tacto rectal. Gracias al examen rectal el urólogo puede detectar si la próstata está aumentada de tamaño, es irregular o tiene zonas duras. El tacto rectal puede producir discreta y momentánea molestia, pero no causa lesión o dolor significativo.
El urólogo debe correlacionar el tamaño de la glándula con la sintomatología del paciente, debido a que muchos hombres con próstata grande, al tacto rectal pueden no tener molestia urinaria.
Al realizar el examen rectal de la próstata no solo puede detectar hipertrofia benigna, sino también cáncer prostático.